Opción Campesina

En esta inmensa, hermosa y sorprendente Amazonía nos encontramos con el rostro campesino; junto a algunos autóctonos, la gran mayoría son provenientes de otros sitios de Colombia motivados por diferentes razones: ocupación de territorios baldíos, hacer dinero, otros huyendo de la violencia que desafortunadamente azota a nuestro país, llegaron acá con su cultura, con sus tradiciones buscando reconstruir sus vidas.

La Iglesia visibiliza a los campesinos niños, jóvenes, ancianos envejecidos prematuramente por las difíciles condiciones de vida; ellos han vivido y viven realidades muy duras, ¿cómo ayudarles a transformarlas? Entre las dificultades con que tropezamos están la lejanía, la falta de oportunidades respecto a la educación, salud, comunicación, vías de acceso, pago justo por sus productos, atropello por parte de diferentes grupos armados.

Reclaman y agradecen la presencia de la Iglesia. Respondemos con una Pastoral de presencia encarnada en el pueblo campesino, un estar con ellos; esto nos ha implicado empeñarnos en conocer la historia del mundo campesino, encarnarnos como lo hizo Jesús, bajar a lo profundo, escucharlos, intentar ver el mundo, la realidad desde su punto de vista, salir, caminar con y hacia ellos, buscarlos. Orar su realidad.

Conscientes de que la pastoral campesina debe abarcar la ecología integral: con Dios, con los hermanos, con la creación, que Jesús habló a campesinos de tierra, semilla, fruto, cizaña, cosecha, maleza que el cristianismo nació en un ambiente campesino, cultivamos

en nuestro ser misionero un talante humilde, sencillo y cercano; una vida simple y sobria, viviendo la espiritualidad del pesebre, de la levadura, de lo pequeño. Aprendemos de ellos en el reconocimiento y potenciación de sus valores: trabajo, paciencia, constancia, respeto a procesos, acogida, espíritu de sacrificio, tenacidad, capacidad de volver a empezar.

En nuestro permanente visiteo a las familias y escuelitas campesinas promovemos iniciativas que mejoren su calidad de vida como el cultivo de productos de la región, contribuimos a crear conciencia del cuidado de la casa común. Y sobre todo les ayudamos a redescubrir valores, como la Palabra de Dios, la oración, la celebración de los sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y maduración en la fe. Buscamos líderes y colaboramos en la formación de agentes de evangelización propios donde cada comunidad campesina tenga su catequista, para que en Cristo todos tengamos vida.

María del Carmen López, cm